martes, 27 de septiembre de 2011


Es como los payasos de circo, todos con sus maquillajes, sus máscaras, sus juegos, nos atrapan en todo un espectáculo que nos da risa.Hasta que nos arrojan esa serpetina, esa torta de algo que nos hace mal en la cara, se burlan de nosotros.En nuestra realidad se puede ver como ese frívolo juego de la hipocresía.Usando una careta nos engañan para que nos quedemos con lo que vemos por fuera, para que nos guste y no podamos ver lo feo que se esconde tras ello, la cruda verdad.Palabras, salidas, gestos, cosas sin sentido.Esos chillantes colores que llamaron nuestra atención y nos cegaron de cualquier otra cosa.La pregunta es, ¿por qué nos engañan?,¿por qué no queremos ver la realidad?.
La falsedad, la mentira, el desprecio, el engaño, los peores atributos que puede tener un ser humano.Crear un falso sentimiento con un 'te quiero', lastimarnos de la peor manera, engañandonose a sí mismos.Con vivirlo es más que suficiente para poder evitar este tipo de circunstancias, aunque fallemos.
Me da risa y al mismo tiempo lástima como la gente se puede engañar los unos a los otros.Como un día puede decir de alguien negro y al otro blanco.Como se pueden prometer cosas grandes como una casa y después ni acordarse de lo que habían prometido.Como dos personas que eran tan unidas o sentían algo por fuerte por la otra persona, en un corto tiempo pueden hacer como si nada hubiera pasado, como si no existieran y todo lo que vivieron no fuera nada, como puede existir esa frialdad humana, como pueden tener ese poder de hacer como si pudieran sacarse la memoria, de borrar los recuerdos, como si nuestra mente tuviera un "suprimir".Creo que a veces aunque no es bueno recordar muchas cosas, lo único que nos queda es lo malo tomarlo como una lección de vida y quedarnos con lo buenos recuerdos que nos dejó esa persona.

1 comentario:

Manu Encinas dijo...

Me gustaría decirte que no existen esas personas o que no conozco gente así pero es la verdad es que lamentablemente los conozco. A veces es imposible entender como de ser casi dependientes uno del otro nos convertimos en prácticamente desconocidos. Aunque pensándolo bien, es un poco obvio ya que tan solo somos humanos nos vivimos equivocando y nos resulta fácil hablar y prometer como si no nos importara el prójimo. Igual a pesar de todo esto me gusta creer en estas personas pueden cambiar asi como uno puede darse cuenta de esto y asi como Dios nos da una nueva oportunidad nosotros deberiamos darla tambien entendiendo que al final solo somos humanos que se viven eqivocando.. jajaj me re explaye! te quiero amiga