[ Si, era inimaginable; pero se podía soñar, presentir, intuir.
Algunas veces, en momentos tranquilos, sentía algo de aquello.Y
concentraba la mirada en mi mismo, contemplando mi destino con los ojos
abiertos y fijos.Que estuvieran llenos de sabiduría o de locura, que irradiaran
amor o profunda maldad, daba lo mismo.No había posibilidad de elección
o deseo.Sólo existía la posibilidad de desearse a sí mismo, de desear
al propio destino. ]
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