martes, 8 de noviembre de 2011





¿Quién decide cuando acaba lo viejo y empieza lo nuevo? No es un día del calendario, ni un cumpleaños, ni un nuevo año... es un acontecimiento, grande o pequeño. Algo que nos cambia, que nos da esperanzas. Una nueva forma de vivir y contemplar el mundo. Para dejar marchar los viejos hábitos, los recuerdos. Lo importante es saber que siempre se puede volver a empezar. Aunque también es importante recordar que entre todo lo malo siempre hay cosas a las que merece la pena aferrarse.
Quizá nuestras viejas heridas nos enseñen algo. Nos recuerdan dónde hemos estado, y qué hemos superado. Nos enseñan lecciones de qué evitar en el futuro; eso, es algo que siempre nos queremos imaginar.Aunque no paresca no siempre nos funciona, y muchas veces algunas cosas tenemos que aprenderlas una, otra, otra y otra vez...

-Q.

No hay comentarios: